OBJETIVO GENERAL

El objetivo general de la Especialidad clínica de los padecimientos subjetivos, es formar profesionales capacitados, mediante precisiones teóricas epistémicas y metodológicas que proveen la clínica del psicoanálisis, la filosofía y la clínica de la salud sobre los acaeceres de la subjetividad humana, (que en la lógica de la singularidad, el paciente vive como un vuelco llevado al extremo), con el propósito de identificar puntos de confluencia y diseñar constructos para lograr una intervención integral del paciente.

OBJETIVOS PARTICULARES

Los objetivos particulares de la Especialidad clínica de los padecimientos subjetivos, son los siguientes:

Sensibilizar a los profesionales  de las distintas disciplinas para desarrollar su potencial de servicio, sobre la necesidad de responder, desde su ámbito de competencia, a situaciones de emergencia.
 Desarrollar una visión integral en los equipos de intervención, de tal suerte que no desdeñen en sus recomendaciones e interacción terapéutica, la participación de las diferentes áreas en beneficio de la recuperación subjetiva del paciente.
Capacitar en la toma de decisiones para una atención oportuna por parte de los clínicos con apertura y agudeza, que proporcionarán el conocimiento y las destrezas desarrolladas en el eje teórico y práctico.
  • Capacitar a los profesionales en la especificidad de su disciplina en el abordaje singular del caso, sin dejar de optimizar e instrumentar los elementos organizacionales para sostener un servicio continuo y de calidad.
  • Capacitar a los profesionales en un eje teórico común en lo que concierne al estudio de la subjetividad y los aspectos centrales propuestos por cada disciplina para lograr una intervención integral.
  • Formar a los profesionistas para el trabajo en equipo que les permita, en su ámbito laboral, institucional o privado, crear un modelo multidisciplinario de prevención y detección de padecimientos subjetivos.
  • Dimensionar teórica y metodológicamente la importancia de la capacidad de contención y seguimiento, para evitar el internamiento psiquiátrico y en lo posible el dolor que a partir de esas vivencias acontece en las familias, además del peso económico, factores que contribuyen al abandono de los pacientes en crisis provocando con ello su cronicidad.