La M. en C. de la Educación tiene carácter profesionalizante, con énfasis en el campo educativo. Al egresar, el maestro en ciencias de la educación tendrá las siguientes actitudes, valores y conocimientos:
Sólida formación. El egresado contará con herramientas teórico-metodológico-prácticas para comprender, y actuar sobre sus prácticas educativas y, sobre todo, transformarlas, con miradas y acciones críticas y viables.
Especialización de calidad. Acorde a sus intereses y necesidades profesionales, el egresado se formará con más intensidad en algunas áreas de la educación: currículo, didáctica, pedagogía, política educativa; gracias al trabajo que realice para obtener el grado y a la elección de cursos optativos.
Fuerte compromiso con la praxis. La práctica educativa será permanentemente motivo de reflexión y acción, para su transformación y mejora. Este compromiso lo deberá mostrar en su Estancia y en el trabajo que de ahí produzca.
Capacidad de gestión e innovación. Para elevar la calidad de su práctica educativa, gestionará conocimientos y recursos de forma racional y pertinente, que se objetiven en programas innovadores que utilicen, de ser necesario, herramientas tecnológicas de la información y comunicación
Visión multi-inter y transdisciplinaria y, exigencia de formación permanente. Los estudios de la Maestría en Ciencias de la Educación estarán enmarcados en teorías y prácticas polifacéticas y complejas, para que el egresado asuma la necesidad de estudiar los fenómenos educativos desde distintas áreas, contemplando la necesidad de continuar su formación.
La docencia como trabajo artesanal. Incremento del compromiso con la tarea docente. El egresado mostrará cambios favorables en las formas de motivar o dirigir el aprendizaje, de comunicarse con los estudiantes; de planear, gestionar, evaluar, investigar su quehacer educativo. En suma, en sus maneras de educar y educarse. Asumiendo el compromiso con la ética-política-estética de afanarse en sus prácticas educativas para contribuir a formar un mundo mejor.